martes, 23 de febrero de 2010

Viaje de pesadilla. Por Rosario Menchón Acosta.


Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces encontró a una mujer sentada en una silla vieja. Estaba amarrada, con la boca tapada y con lágrimas en sus ojos. Presentaba numerosos cardenales en su cara. La muchacha levantó su mirada y vio al viajero. El se puso muy nervioso y decidió quitarle las cuerdas y el celofán de la boca. Ella se llamaba Laura era morena, alta, delgada y con los ojos azules; y él Nicolás: rubio con ojos negro como el carboncillo, delgado y alto. Cuando él le quitó la mordaza de la boca, ella le dijo:
-Te pido, por favor, que me ayudes a salir de aquí, y huyamos los dos juntos, este lugar es muy peligroso.
-Claro que te ayudaré a salir de aquí. Pero antes dime qué te ha ocurrido y por qué estás en este estado – contestó Nicolás.
De repente se escuchó una camioneta llegar con un desagradable ruido. Alguien se había bajado y le dio un portazo a la puerta del coche, que parecía que la había descuadrado.
-¡ Ya están ahí! Hay que salir de aquí lo más pronto que podamos Nicolás – contestó la chica.
Los muchachos salieron por la parte trasera de la casa, corriendo lo más rápido que podían hacia el bosque.
Cuando los dueños de la cabaña abrieron la puerta, presentaban caras desfiguradas, cuerpos gruesos… Era todo muy extraño .Uno de ellos traía un hacha con sangre reciente en su mano izquierda y el otro el cuerpo de una persona. Nada más entrar en la cabaña se dieron cuenta de que Laura había desaparecido. Dejaron el cadáver en la puerta, el hacha…. Y se montaron corriendo en la camioneta a buscar a Laura por el bosque.
Estaba anocheciendo y los jóvenes encontraron un lugar seguro para esconderse y protegerse de los animales salvajes y de los salvajes dueños de la cabaña. Laura preguntó:
-¿Qué te ha traído hasta este lugar tan desagradable, Nicolás?
-Estaba buscando otro pueblecito para quedarme allí durante un tiempo y conocer sus fiestas, sus costumbres… A eso me dedico, y el destino me ha traído hasta aquí para conocerte y vivir una pesadilla. ¿Y tú, por qué estás aquí?
-Me iba de fiesta con unas amigas. No bebimos nada, pero no sé qué pasó. Pinchamos una rueda y nos paramos a ver qué pasaba. Dos de mis amigas se fueron a buscar una gasolinera pero no volvieron y las otras tres fuimos a esa cabaña para ver si nos ayudaban. Cuando llegamos, no secuestraron unos tipos con un físico desagradable. Nosotras dábamos pequeños pasitos hacia atrás hasta que uno de ellos nos empujó hacia adelante. A cada una de nosotras nos metieron en una habitación diferente para no comunicarnos. Mataron a mis amigas y, supuestamente, hoy me tocaba a mí.
-¿Por qué todo su afán es matar a personas? –Preguntó Nicolás.
-No lo sé, pero cuando yo estaba atada a la silla, a mi alrededor había botes transparentes con órganos humanos metidos en líquido.
Esto horrorizó a Nicolás, que dijo:
-Hay que salir de aquí lo más pronto posible. Esos tíos matan a personas para comérselas.
De repente se escucharon unos ruidos de personas andando, que iban con linternas e iluminaban aquella parte; Nicolás le tapó la boca a Laura por si eran esos dos locos. Cuando de momento se escuchó a dos mujeres gritar:
-¡Laura, Laura!
Entonces Laura se fue corriendo hacia ellas: eran sus amigas Sara y Raquel que estaban vivas (eran las dos chicas que fueron a la gasolinera cuando se pincharon las dos ruedas del coche).Laura presento a Nicolás a sus amigas. Y estuvieron hablando:
-Laura, ¿donde están Virgi y Saray? – preguntó Sara.
-Chicas, aquí pasan cosas rarísimas, dos tipos nos secuestraron y las mataron a las dos. A Nicolás lo conocí porque casualmente abrió la puerta de la cabaña y me ayudó a salir .Seguramente me estarán buscando, pero no saben la existencia de ustedes, y pase lo que pase, debemos salir de aquí los cuatro juntos -dijo con lágrimas en los ojos.
-Claro que si. Saldremos todos juntos. –Repitieron las chicas.
Al día siguiente comenzaron a andar para poder salir de allí .Iban los cuatro en fila india. Raquel iba la última. Pero los asesinos les tendieron una trampa. Uno de ellos estaba escondido y le clavó una flecha en la pierna. Ella metió un chillido que hizo que todos se giraran y la vieron tirada en el suelo. También vieron al arquero. Nicolás dijo:
-De aquí no se sale vivo. Voy a por él. Ayudad a Raquel y le hacéis un torniquete. Si escucháis ruidos os vais.
Nicolás fue tras él pero no le dio tiempo a alcanzarlo, porque este cogió la camioneta y se marchó. Nicolás regresó corriendo a donde permanecían las chicas, cuando llegó se encontró a Sara y a Laura abrazadas llorando y a Raquel en el suelo: había muerto. Nicolás les dijo:
-Hay que ser fuertes para poder salir de esta pesadilla. Ahora saben que somos más.
Las chicas no querían dejar allí tirada en el suelo a su amiga, pero si querían escapar de allí tenían que huir lo más pronto posible .Los tres se fueron corriendo. Escucharon caer agua y se arrimaron más al lugar, puesto que estaban deshidratados. Era un pequeño riachuelo y allí bebieron agua. Las chicas se sentaron en una piedra mientras que Nicolás tomaba agua; cuando este fue donde estaban ellas, ninguna de las dos estaban, habían desaparecido .Cuando se dio la vuelta, vio como los dos tipos se metían en la camioneta. Al principio corría y corría para alcanzarlos pero se paró, porque sabia que si lo cogían a el también, los matarían a los tres.
Por la noche, siguió andando hasta que vio la cabaña. Los dueños se habían marchado a buscar a Nicolás al bosque. Cuando este entró en la casa, llamó a las chicas. Cada una estaba en una habitación diferente con un candado en la puerta. Encontró un hacha y fue abriendo todas las puertas de la casa puesto que todas tenían candados puestos. La primera habitación en la que entró, estaba llena de sangre por los suelos y botes con órganos humanos. La segunda era la habitación de los dueños. En la tercera estaba Sara. Al verla creyó que estaba dormida, pero cuando la desató, se dio cuenta de que no tenía pulso y no respiraba. La mataron; no sabía como decirle a Laura que la única amiga que le quedaba estaba muerta también. Siguió buscándola y cuando la encontró, le explicó que habian matado a su amiga a su amiga; la pobre se hartó de llorar. Nicolás la abrazó y le dijo:
-Hay que salir de aquí, ahora es el momento, tienes que ser fuerte.
Cuando fueron a salir de la cabaña vieron que los dueños los estaban esperando en la puerta, les tendieron una trampa. Nicolás le dijo a Laura que se quedara en la casa. Y salió por la puerta trasera sin que los otros se enteraran; cogió un hacha y se la clavó a uno de ellos. El otro no se quedó quieto y le golpeó tan fuerte que lo dejó tirado en el suelo haciéndose el inconciente. Ahí es cuando salió Laura se echó encima de el y le clavó las uñas en la cara: Nicolás en ese instante le clavó el hacha en la espalda y es cuando murió desangrado .Nicolás y Laura se montaron en la camioneta hasta llegar a un pueblo y avisar a la policía de lo ocurrido. Esperando a la policía los dos se besaron y la pesadilla llegó a su fin. O eso creían…

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