martes, 23 de febrero de 2010

Spide. Por Mari Paz Sánchez Ruiz

Una tarde, en otoño, llegó al pueblo abandonado un viajero que se había equivocado de camino. Llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña y entonces apareció un hombre vestido de negro que lo invito a pasar. El viajero entró a la casa muy decidido ya que aquella noche hacía mucho frío. Y no le pareció rara la vestimenta de aquel señor tan amable. Antes de que se me olvide: aquel viajero se llamaba Spide. A la hora de la cena Spide, le contó lo que le había sucedido a Cristian, el hombre que le había acogido. Spide le preguntó a Cristián si lo podía ayudar.
-¿Cristián, me puedes ayudar?
-Por supuesto, ¿qué necesitas?
-Que me lleves a mi casa.
-Vale, duerme hoy aquí para mañana ponernos en camino. Te enseñaré tu cuarto.
-Muchas gracias.
-No hay de que -finalizó Cristián.
Cristián le enseñó el cuarto a Spide y le dijo:
-Spide aquí está tu cuarto, entra y acomódate.
Spide le respondió:
-Muchas gracias, Cristián, eres muy amable.
-No hay de qué, Spide.
Cuando se fueron a dormir todo estaba muy tranquilo, pero Spide no se imaginaba lo que iba a suceder por la madrugada: Spide escuchó un ruido y se levantó a ver qué sucedía, y no había nada fuera de lo normal, pero fue a ver donde estaba Cristián, y no lo encontró.
De repente se escuchó un ruido de cadenas, Spide muy asustado intentó escaparse de la cabaña, pero la puerta estaba cerrada. Intentó abrir una de las ventanas, pero estaba atrancada. Spide escuchó cómo las cadenas se iban acercando, y su corazón se aceleraba cada vez más. Spide intentaba buscar una salida, pero todo estaba cerrado. Encontró su única salvación que era un túnel que le llevaría hacía la parte trasera de la cabaña. Cogió ese atajo y el ruido de las cadenas se fue alejando cada vez más. Spide, aliviado, respiró hondo al saber que ya estaba a salvo, pero en ese mismo momento se despertó y se dio cuenta de que todo había sido un sueño.
Al día siguiente decidió dar una vuelta para despejarse y, de pronto, vio a Cristian, el hombre que le había acogido en su casa aquella noche, pero no todo era igual porque ya lo conocía. Spide, al ver a Cristian, decidió salir corriendo para su casa. Pero se perdió y llamó dubitativamente a la puerta de la primera cabaña…

1 comentario: