domingo, 28 de marzo de 2010

Noche de Fantasía. Por Alberto Pérez Baña.

Sin saber cómo, sin ninguna explicación , Chloè, despertó en un bosque de hojas rojizas y amarillentas , cuyos troncos eran de árboles gruesos y robustos, y tenían raíces que salían de la tierra, donde pequeños mamíferos construían sus diminutas madrigueras. Chloè, una chica de cabello moreno y mechas rubias que no llegaban mas allá de sus hombros, de piel blanquecina y ojos oscuros como la noche, y de aproximadamente dieciséis años de edad, no se podía explicar de qué manera llegó a aquel hermoso lugar de tan bellos árboles. Estuvo caminando durante unos quince minutos hasta llegar a un pequeño riachuelo de caudal rápido y aguas cristalinas. Hasta se podía observar a los pequeños pececillos que nadaban a contracorriente. La chica fascinada por tanta belleza esbozó sin querer una sonrisa en su rostro. Era como un sueño, una hermosa historia, un cuento de princesas y hadas. Al caer la noche todo quedó sumido en un profundo silencio. Chloè cerró los ojos y, al volverlos a abrir, se encontró de repente en su habitación. Desde entonces Chloè, al dormirse, siempre regresa a aquel hermoso lugar con Adam, un chico que conoció en uno de sus regresos al bosque de los cuentos. Pero bueno, esa es otra historia .

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